Camino al Altar
No fui yo quien te escogió, ¡fue Dios quien te hizo para mí!
Nos despedimos de la manera más romántica o quizás extraña el 18 de febrero en el aeropuerto de Quito, Diego en la sección internacional y yo en el área doméstica. Un último adiós antes de volver a vernos en unos meses. Diego de regreso a Argentina y yo a Cuenca. Habíamos pasado un increíble tiempo con la familia, viajando a varios lugares y celebrando nuestro compromiso. Ahora teníamos este tiempo de estar lejos para seguir creciendo, conociéndonos, e invertir tiempo en nuestra relación como pareja.
Poco sabíamos que varios incidentes ocurrirían, teníamos planificado volver a vernos en mayo o junio, pero eso no fue posible, al igual que todos ustedes fuimos obligados a permanecer en casa. Cada mes que ha pasado ha sido una etapa más para seguir creciendo y aprendiendo el uno del otro, hemos invertido tiempo por zoom, whatsapp, facebook, instagram, y citas programas todos los viernes para seguir visionando nuestra vida juntos después de nuestra boda.
Y es así como han llegado hasta aquí, si estás leyendo esto, es porque queremos que seas parte de nuestra boda, tenemos varios detalles importantes que queremos compartir con ustedes para que puedan conocer todo nuestro caminar al Altar.
Primero
Su Palabra
Cuando empezamos nuestro noviazgo, ya teníamos en mente casarnos y aunque no sabíamos exactamente cuando, empezamos a buscar versículos que describían lo que nos había pasado y la fidelidad de Dios en nuestras vidas. Queremos compartir con ustedes los dos versículos bíblicos que Dios nos ha dado para nuestra boda.
Segundo
El tema
El tema para nuestro gran día es de “Naciones y Misiones”, sé que en sus manos está el pasaporte para viajar a este día tan especial y es por eso que queremos que se preparen para esta gran aventura con nosotros. Diego y yo hemos viajado por varios países, conocido muchas personas y amado muchas culturas y fue la razón por la que empezamos a hablar nuevamente. Sabemos que Dios nos ha llamado a viajar y movilizarnos a diversos lugares, para poder compartir su palabra y amor con otros. Decidimos que el tema sea enfocado en los lugares y destinos que Dios tendrá preparado para nosotros como familia. Así que este pasaporte, su wedding pass son el inicio de los detalles que queremos compartir con ustedes el día de nuestra boda.
Tercero
Nuestros anillos
El anillo de Diego es único y fue diseñado después de varias horas de ver modelos, opciones y hablar con el artesano para confeccionarlo. Finalmente obtuvimos lo que Diego anhelaba. Diego escogió tener todo el mundo en su anillo, por su gran amor hacia el y porque como familia hemos decidido ir a donde Dios tenga preparado para nosotros.
El anillo de Diego fue elaborado de una manera especial. Cuando yo cumplí 15 años, mi papi Santiago me pidió hacer una promesa con él, mi papi siempre ha cuidado mi corazón y el día de mi cumpleaños me dio un anillo que representaba una promesa que ese día decidí hacerle. La promesa era de guardar mi corazón y mantenerme pura hasta el día que Dios me mostrara quien sería mi esposo. Han pasado 16 años en los que el anillo ha permanecido en mi mano y el tiempo ha llegado para cambiarlo por otro, sin embargo la promesa realizada es algo que he valorado a lo largo de estos años.
Ya que no utilizaría más mi anillo de la promesa, decidimos fundirlo para elaborar el anillo de Diego, de esa manera cerrando el cumplimiento de la promesa que hice a mi papi y empezando una nueva con mi querido esposo.
El anillo que Diego me dio el día de nuestro compromiso es igualmente muy especial, este tipo de anillo se conoce como una “alianza de eternidad” es un anillo con una hilera continua de diamantes, a todo su alrededor cuyo significado especial simboliza el amor sin fin.
Este será igualmente mi anillo de bodas. Por su significado y por su elegancia es una pieza que no quiero acompañarla de otra y sellará nuestra unión el día que nos casemos.
Cuarto
El lugar
El lugar que Dios nos ha dado para casarnos ha sido una gran bendición. Y es un lugar que ha sido parte de la familia de Diego por generaciones y es para nosotros una gran alegría poder casarnos ahí. Es un lugar alto en los Andes ecuatorianos y una promesa como la del Salmo 18:33 “Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas”. Eso es lo que deseamos para nuestras vidas, poder estar firmes en la roca que es Jesús. La belleza de la creación de Dios en este lugar hace que ningún arreglo humano lo iguale, rodeados de lagos y montañas como el Chimborazo, el Altar, y el Tungurahua. Estas tres montanas forman un triángulo que los antiguos moradores lo conocían como el Edén, dentro del cual está la hacienda Monte Carmelo. De igual manera el Chimborazo es la montaña más alta del planeta, (medida desde el centro de la tierra) y se lo conocía como “monte Sinaí” y por estar siempre cubierta de nieve tiene su nombre que significa cabellera blanca. Este lugar formará parte de la historia de amor y será una alegría poder compartir ese día ahí todos juntos y en el futuro de igual manera poder mostrar a nuestros hijos donde nos casamos.
Quinto
La Capilla
Siempre ha sido mi deseo poder casarme en una iglesia y Diego a querido honrar ese anhelo. Con la ayuda de nuestros padres y familia llegaremos a cumplir este sueño. La capilla que se construirá en la hacienda para el día de nuestra boda, sera una pequeña edificación frente a la cual recitaremos nuestros votos matrimoniales y llegaremos a ser esposo y esposa. La construcción de la misma es muy importante para nuestra boda, y de igual manera seguirá siendo un lugar dedicado al Señor, un lugar de oración, un cuarto de guerra, un lugar de victoria.
Sexto
El recuerdo
El número siete y sus múltiplos han sido parte muy importante de nuestra relación. El 7 de enero empezamos formalmente nuestro noviazgo, después de hablar con nuestros padres. El 14 de febrero nos comprometimos y el 7 de marzo es el cumpleaños de Diego. Esta es una fecha tan importante para mí, ya que nació el hombre que Dios tenía preparado para que sea mi esposo.
Es nuestro anhelo que cada uno de ustedes pueda acompañarnos el día de nuestra boda. Que sean testigos de la unión que Dios esta formando por medio de nuestras vidas. Queremos glorificar a Dios por medio de nuestro matrimonio y por eso les pedimos que nos tengan en sus oraciones, para el día de nuestra boda y los que vendrán. Que aprendamos a amarnos cada día más como Cristo amó a su iglesia, que sigamos creciendo en el conocimiento de su Palabra, que tengamos sabiduría para discernir los tiempos en los que nos toca vivir y que como familia disfrutemos cada etapa que vamos a empezar. Gracias por ser parte de nuestras vidas y por celebrar con nosotros.