30 y contando…
Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí… Lucas 3:23
Han pasado algunos meses sin escribir en este medio. He pasado perdida en mis actividades y trabajos. En estos últimos meses regresé a india e iniciamos un nuevo año lectivo, sigo enseñando matemáticas y arte. Este nuevo semestre ha sido más fácil en cierto sentido, porque no todo alrededor mío es nuevo. He disfrutado de enseñar a mis alumnos, cada día es cansado, pero tengo una anécdota nueva que puedo añadir a mi lista de experiencias. Seguir descubriendo los rincones de India y llegar a conocer mejor a las personas con las que trabajo ha sido muy enriquecedor, y seguir aprendiendo a confiar en mi Señor ha sido un reto. A veces creo que ya he alcanzado una meta más en descubrir Su carácter y lo que Él quiere para mi vida, y eso me hace súper feliz, pero a la semana siguiente estoy nuevamente luchando con algo nuevo que Jesús quiere enseñarme. Ha sido un aprendizaje constante.
Una de mis alegrías más grandes era regresar al Ecuador después de haber estado lejos por 18 meses. Cumpliría mi cumpleaños número 30. Mi maleta estuvo lista un mes antes de viajar y literalmente contaba los días como una pequeña niña para regresar a casa. El día llegó y después de las 40 horas de viaje, aterricé en mi hermoso País.
El tiempo compartido con todos mis seres queridos fue tan necesario para esta etapa de en mi vida. Primero que regresaba cansada y a veces creo que hasta desgastada, pero el volver a casa me dio ese descanso y seguridad que necesitaba. El hecho de poder ser yo misma y no tener que hacer un extra esfuerzo era algo que me ayudó mucho. Cuando estuve fuera, siempre tenía que hacer un esfuerzo grande al prepararme para mis clases, aprender los términos correctos en inglés y hasta cierto punto mostrar a todos quien era yo. Y eso requiere demasiado trabajo. El volver a casa, me hizo dar cuenta que soy amada por quien soy y no por lo que hago. Es algo que siempre he sabido, pero a mí, se me había olvidado y necesitaba recordarlo.
Cumplir treinta años fue algo especial, siempre veía el momento en que dejaría los 2 y llegarían los 3 en mi vida, y el día estaba cerca. Pero el Señor tiene una manera tan hermosa de cambiar nuestra perspectiva y la mía cambió cuando leí el pasaje de Lucas 3:23 ¨Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí¨… Hasta ese punto había pensado que a los treinta ya debería haber alcanzado varias metas en mi vida, debería estar en un lugar más alto en mi profesión, quizá debería estar casada, tener algo más estable y no recién empezando. Pero al ver que Jesús comenzó su ministerio a los 30 años, me hizo dar cuenta que mi vida tiene tanto por delante, y estos años que han pasado me he estado preparando para algo que el Señor quiere mostrarme en esta nueva etapa de vida. Jesús empezó su ministerio a esa edad porque su Padre sabía que ese era el momento para Él de empezar su ministerio. Por eso creo que no importa la edad que se tenga siempre habrá algo mucho más grande y nuevas aventuras al seguir creciendo físicamente y también en conocimiento de la voluntad de Dios para la vida de cada uno. Ahora estoy de regreso a India para terminar 18 meses más de aventuras y vida en este país, que poquito a poquito tiene una parte de mi corazón.
A continuación están las fotos de los últimos tres lugares en los que he pasado, India, Ecuador y Chile.