Vaqueras
“Cada alma mirará a Dios como su primer amor, porque Él es su primer amor”. C.S. Lewis
Los últimos 10 meses he vivido y he compartido con estas hermosas vaqueritas. Ha sido un tiempo hermoso y lleno de alegría. He podido ver como realmente el Espíritu de Dios cambia los corazones y vidas. He podido aprender mucho del amor de Dios para mi vida al compartir con Miriam, Sami y Karol. Mis niñas (como yo las llamo) me han hecho reír más de lo que creía que podía. Cada una tiene una personal diferente a la otra, pero juntas hacen el equipo perfecto. Una de las cosas que más me ha gustado, y a la vez que no me sorprende ya que todas somos mujeres, es que podemos hablar y hablar y seguir hablando, yendo de un tema a otro. A pesar de que hemos vivido momentos tristes y duros juntas hemos aprendido a salir adelante sabiendo que nuestro Padre Celestial nos da las fuerzas para continuar. Muchos se han asombrado de que las cuatro vivimos solas en el campo, pero la verdad es que nunca nos hemos sentido desprotegidas, sino al contrario creo que todas hemos sentido seguridad y protección de Jesús. Lo que más me da felicidad es que cada una tiene a Cristo en su corazón y Él se ha convertido en su primer amor.
Algunas de las actividades que compartimos juntas y que nunca olvidaré fueron:
- Sentarnos alrededor de una fogata, comiendo y viendo las estrellas.
- Prepararnos para hacer una sesión de fotos. (Como ésta)
- Ver películas juntas. (Star Wars, Señor de los Anillos, Norte y Sur, El amor llega suavemente, diversas películas de Hallmark, etc)
- Ir de aventuras. (Subir el Chimborazo, ir al oriente, explorar las montañas cercanas a donde vivimos)
- Entonar alabanzas juntas y tocarlas en la Iglesia.
- Orar juntas cada noche antes de acostarnos a dormir.
Esa es la vida que vale la pena vivir, éstos son los destellos del Cielo que tenemos aquí en la tierra.