Sin mancha y sin defecto
Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.
1 de Pedro 1:18-19
Una de las ventajas de vivir alejada de la ciudad, es poder disfrutar de la naturaleza que me rodea y los animales que me alegran todos los días. Uno de ellos es un hermoso corderito que nació hace algunos meses, y como todo animal recién nacido rápidamente robó mi corazón con su ternura, tamaño e inocencia. Tan perfecto. Todo blanco y sin mancha, tan dócil y suave de acariciar. Y con una expresión única. Entonces recordé el pasaje bíblico donde comparan al hijo de Dios con un cordero. Y ahora entiendo mejor esa comparación, ya que puedo ver cuan perfecto este pequeño cordero es y cómo sería tan difícil para mí que algo le pasara. Pero Dios en su infinito amor mandó a su único hijo, a ese cordero perfecto y sin mancha, para que fuera sacrificado por mí y por ti.
-raquelester-